Eclesiástico 2, 1-18

Fidelidad en medio de la prueba

Hijo mío, si te acercas a servir al Señor, prepárate para ser puesto a prueba. º Mantente firme, ármate de valor y no te acobardes cuando llegue la adversidad. º Únete al Señor y no te separes de él para que termines prósperamente tus días. Acepta cuanto pueda sucederte y lleva con paciencia reveses y humillaciones; porque el oro se acrisola en el fuego, y los que tratan de agradar a Dios, en el horno de la humillación. º

Confianza en el Señor

Confía en el Señor y él te ayudará, pórtate rectamente y pon en él tu esperanza. Honren al Señor, esperen su misericordia y no se desvíen, para que no caigan. Los que honran al Señor, confíen en él y no quedaran sin recompensa. Los que honran al Señor, esperen que los colme de bienes, de alegría perpetua y de misericordia. Fíjense en las generaciones pasadas: ¿Quién se fió del Señor y se vio defraudado? ¿Quién le honró fielmente y quedó sin amparo? ¿Quién lo invocó y fue desatendido? Porque el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en la desgracia. º Pero ¡ay de los cobardes y los perezosos, del pecador que lleva una doble vida! ¡Ay del corazón apocado y falto de confianza; privado quedará de toda protección! ¡Ay de los que han perdido la paciencia! ¿Qué harán cuando el Señor les tome cuentas º? Los que honran al Señor obedecen sus mandatos; quienes lo aman, caminan por sus sendas. Los que honran al Señor procuran complacerlo, los que lo aman se alimentan de su ley. º Los que honran al Señor están siempre a su disposición, no dudan en humillarse ante él. Caigamos en manos del Señor antes que en manos humanas, pues su bondad iguala su grandeza. º
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