Juan  5, 17-18

Pero Jesús les replicó: «Mi Padre sigue trabajando, y yo también trabajo*.» Por eso, los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.
Ver contexto