Mateo 23, 35-37

para que se os pida cuentas de toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías*, a quien matasteis entre el Santuario y el altar. Os aseguro que todo esto recaerá sobre esta generación. «¡Jerusalén, Jerusalén, la que asesina a los profetas* y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces* he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!
Ver contexto