Eclesiástico 36, 1-5

Ten piedad de nosotros, Señor, Dios del universo, mira y siembra tu temor sobre todas las naciones. Alza tu mano contra las naciones extranjeras, para que reconozcan tu señorío. Si ante ellas te has mostrado santo con nosotros, muéstrate ante nosotros grande con ellas. Que te reconozcan, como nosotros hemos reconocido que no hay Dios fuera de ti, Señor. Renueva tus prodigios, repite tus maravillas, glorifica tu mano y tu brazo derecho.
Ver contexto