Mateo 17, 14-21

Cuando llegaron a donde estaba la multitud, se le acercó un hombre, se arrodilló ante él, y le dijo: Señor, ten compasión de mi hijo, que está lunático y se encuentra muy mal, y muchas veces cae al fuego y otras al agua. Lo he llevado a tus discípulos, pero no han sido capaces de curarlo. Jesús respondió: ¡Oh generación incrédula y pervertida! ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo acá. Jesús le increpó, el demonio salió del muchacho y éste quedó curado desde aquel momento. Entonces, acercándose los discípulos a Jesús, le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no hemos podido arrojarlo? Él les contesta. Por vuestra poca fe. Porque os aseguro que, si tuvierais una fe del tamaño de un granito de mostaza, diríais a este monte: Trasládate de aquí allá, y se trasladaría; y nada os sería imposible. --
Ver contexto