Genesis 6, 5-14
“
Viendo Yahvéh que era grande la maldad del hombre sobre la tierra, y que todo el designio de su corazón tendía siempre y únicamente al mal, se arrepintió Yahvéh de haber hecho al hombre en la tierra, se dolió en su corazón, y dijo: Exterminaré de la haz de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta los animales domésticos, y hasta los reptiles y las aves del cielo, pues me pesa de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia a los ojos de Yahvéh. Ésta es la historia de Noé. Fue Noé varón justo y perfecto entre los de su generación: Noé caminaba con Dios. Y engendró Noé tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Pervirtióse la tierra ante Yahvéh y se llenó de violencia. Miró Dios a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo entonces Dios a Noé: He determinado acabar con todos, ya que por causa de ellos la tierra está llena de violencia, y voy a exterminarlos a ellos con la tierra. Fabrícate un arca de maderas resinosas. Harás compartimentos en el arca, y la calafatearás con pez por dentro y por fuera. ”