II Samuel  1, 2-2

Al tercer día llegó del campamento uno de los hombres de Saúl, con los vestidos rotos y cubierta de polvo su cabeza; al llegar donde David cayó en tierra y se postró. Subió allí David con sus dos mujeres, Ajinoán de Yizreel y Abigail, la mujer de Nabal de Carmelo.
Hijos de David nacidos en Hebrón.
David tuvo hijos en Hebrón. Su primogénito era Amnón, hijo de Ajinoán de Yizreel; Estaban con Isbaal, hijo de Saúl, dos hombres, jefes de banda, uno llamado Baaná y el otro Recab, hijos de Rimón de Beerot, benjaminitas, porque también Beerot se considera de Benjamín. Ya de antes, cuando Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigías las entradas y salidas de Israel. Yahvé te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás el caudillo de Israel.» Se levantó David y partió con todo el pueblo que estaba con él a Baalá de Judá para subir desde allí el arca de Dios sobre la que se invoca un nombre, el nombre de Yahvé Sebaot que se sienta sobre los querubines. dijo el rey al profeta Natán: «Mira, yo habito en una casa de cedro mientras que el arca de Dios habita en una tienda de lona.» Batió también a los moabitas y los midió con la cuerda, haciendo que se echaran en tierra; midió dos cuerdas y los condenó a muerte, y una cuerda llena la dejó con vida. Los moabitas quedaron sometidos a David y pagaron tributo.
Tenía la familia de Saúl un siervo llamado Sibá. Lo convocaron ante David y el rey le dijo: «¿Eres tú Sibá?» Respondió: «Tu siervo soy.» Dijo David: «Tendré con Janún, hijo de Najás, la misma benevolencia que su padre tuvo conmigo.» David envió a sus servidores para que le consolaran por su padre. Cuando los servidores de David llegaron al país de los amonitas, Un atardecer se levantó David de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa del rey cuando vio desde lo alto del terrado a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa. El rico tenía ovejas y bueyes en gran abundancia;
Estaba Amnón tan atormentado que se puso enfermo, porque su hermana Tamar era virgen y le parecía difícil a Amnón hacerle algo. y envió Joab a Técoa, a traer de allí una mujer sagaz a la que dijo: «Da muestras de duelo, vístete de luto y no te perfumes; pórtate como una mujer que hace muchos días que está en duelo por un muerto. Se levantaba Absalón temprano y se colocaba a la vera del camino de la puerta, y a los que tenían algún pleito y venían donde el rey para el juicio, los llamaba Absalón y les decía: «¿No eres tú de...?» Él respondía: «Tu siervo es de tal tribu de Israel.» El rey preguntó a Sibá: «¿Para qué es esto?» Sibá contestó: «Los asnos son para que la familia del rey pueda montar, los panes y frutas son para que los muchachos coman y el vino para que beba el que se fatigue en el desierto.» Caeré sobre él cuando esté fatigado y falto de fuerzas, le llenaré de espanto y huirá toda la gente que está con él; heriré al rey solamente Dividió David el ejército en tres cuerpos: un tercio a las órdenes de Joab; un tercio a las órdenes de Abisay, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y un tercio a las órdenes de Itay de Gat. Y dijo David a su ejército: «Yo mismo saldré también con vosotros.» Avisaron a Joab: «Mira que el rey está llorando y lamentándose por Absalón.» Y todos los hombres de Israel se apartaron de David para seguir a Seba, hijo de Bicrí, mientras que los hombres de Judá se adhirieron a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.
Llamó el rey a los gabaonitas y les dijo: (Estos gabaonitas no eran israelitas, sino uno de los residuos amorreos, a los que los israelitas habían hecho juramento. Pero Saúl intentó exterminarlos, llevado del celo por los israelitas y Judá.) Dijo:
Yahvé, mi roca y mi baluarte,
mi libertador, El espíritu de Yahvé habla por mí,
su palabra está en mi lengua.
El rey dijo a Joab, jefe del ejército, que estaba con él: «Recorre todas las tribus de Israel desde Dan hasta Berseba y haz el censo para que yo sepa la cifra de la población.»
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