Ezequiel  16, 20-21

Tomaste a tus hijos y a tus hijas, los que tú habías engendrado para mí, y los sacrificaste a esas imágenes como alimento. ¿Acaso no te bastaba con prostituirte, que también inmolaste a mis hijos y los entregaste, haciéndolos pasar por el fuego en honor de ellas?
Ver contexto