I Macabeos 1, 45-49

Muchos de Israel se acomodaron a este culto, sacrificando a los ídolos y profanando el sábado. Por medio de mensajeros, el rey envió a Jerusalén y a las ciudades de Judá órdenes escritas de que siguieran todos aquellas leyes, aunque extrañas al país;" que se suprimiesen en el santuario los holocaustos, el sacrificio y la libación;" que se profanasen los sábados y las solemnidades;" que se contaminase El santuario y el pueblo santo;"
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