I Reyes 20, 12-19

Cuando Ben Hadad recibió esta respuesta, estaba bebiendo en su tienda con los reyes vasallos y dijo a sus servidores: “Preparaos.” E hicieron sus preparativos contra la ciudad. Acercóse a Ajab, rey de Israel, un profeta y le dijo: “Así habla Yahvé, Dios de Israel: ¿Ves toda esta muchedumbre? Voy a entregarla en tus manos, y así sabrás que yo soy Yahvé.” Ajab preguntó: “¿Por mano de quién?” Y él respondió: “Así dice Yahvé: Por mano de los servidores de los jefes de provincia.” Ajab preguntó más: “¿Quién comenzará el combate?” Y él respondió: “Tú mismo,” Entonces Ajab revistó a los servidores de los jefes de provincia, en todo doscientos treinta y dos. Luego revistó a todo el pueblo, a todos los hijos de Israel, que fueron siete mil. Hicieron una salida al mediodía, mientras Ben Hadad estaba bebiendo y embriagándose en las tiendas con los treinta y dos reyes, sus auxiliares. Salieron los primeros los servidores de los jefes de provincia. Ben Hadad fue informado y le dijeron: “Los de Samaría han hecho una salida.” Y él respondió: “Si han salido de paz, traédmelos vivos, y si han salido en guerra, traédmelos vivos.” Una vez que los servidores de los jefes de provincia salieron de la ciudad, y tras ellos el ejército,
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