Salmos 121, 1-8
“
Cántico gradual. Alzo mis ojos a los montes, de donde me ha de venir mi socorro. Mi protección (ha de venir) dé Yahvé, el Hacedor de los cielos y la tierra. No consentirá que resbalen tus pies; no dormirá tu custodio." He aquí que no dormirá, no dormitará el que guarda a Israel. Yahvé es tu custodio; Yahvé es tu sombra a tu mano derecha." De día no te molestará el sol, ni de noche la luna. Yahvé te guardará de todo mal; guardará tu alma;" guardará tus salidas y tus entradas desde ahora y por siempre. ”