Salmos 13, 1-5
“
Al maestro del coro. Salmo de David. ¿Hasta cuándo, por fin, te olvidarás, Yahvé, de mí? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? ¿Hasta cuándo tendré yo preocupaciones en mi alma y pesares diariamente en mi corazón? ¿Hasta cuándo mis enemigos prevalecerán sobre mí? ¡Mírame, respóndeme, Yahvé, Dios mío! Alumbra mis ojos, no me duerma en la muerte. Que no pueda decir mi enemigo: “Le vencí.” Mis enemigos se regocijarían si yo cayese. ”