Hechos 7, 5-25
“
no le dio en ella heredad, ni aun un pie de tierra, mas le prometió dársela en posesión a él, y a su descendencia después de él, cuando no tenía hijos. Pues le habló Dios: “Habitará tu descendencia en tierra extranjera y la esclavizarán y maltratarán por espacio de cuatrocientos años;" pero al pueblo a quien han de servir le juzgaré yo, dice Dios, y después de esto saldrán y me adorarán en este lugar.” Luego le otorgó el pacto de la circuncisión; y así engendró a Isaac, a quien circuncidó el día octavo, e Isaac a Jacob y Jacob a los doce patriarcas." Pero los patriarcas, por envidia de José, vendieron a éste para Egipto;" mas Dios estaba con él y le sacó de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante del Faraón, rey de Egipto, que le constituyó gobernador de Egipto y de toda su casa” Entonces vino el hambre sobre toda la tierra de Egipto y de Cañan, y una gran tribulación, de modo que nuestros padres no encontraban provisiones;" mas oyendo Jacob que había trigo en Egipto, envió primero a nuestros padres, y a la segunda vez José fue reconocido por sus hermanos y su linaje dado a conocer al Faraón. Envió José a buscar a su padre con toda su familia, en número de setenta y cinco personas;" y descendió Jacob a Egipto, donde murieron él y nuestros padres. Fueron trasladados a Siquem y depositados en el sepulcro que Abraham había comprado a precio de plata, de los hijos de Emmor en Siquem. Cuando se iba acercando el tiempo de la promesa hecha por Dios a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, hasta que surgió sobre Egipto otro rey que no había conocido a José. Usando de malas artes contra nuestro linaje, afligió a nuestros padres hasta hacerlos exponer a sus hijos para que no viviesen. En aquel tiempo nació Moisés, hermoso a los ojos de Dios, que fue criado por tres meses en casa de su padre;" y que, expuesto, fue recogido por la hija del Faraón, que le hizo criar como hijo suyo. Y fue Moisés instruido en toda la sabiduría de los egipcios y era poderoso en palabras y obras. Así que cumplió los cuarenta años sintió deseos de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel;" y viendo a uno maltratado, le defendió y le vengó, matando al egipcio que le maltrataba. Creía él que entenderían sus hermanos que Dios les daba por su mano la salud, pero ellos no lo entendieron. ”