Hechos 9, 3-9

Estando ya cerca de Damasco, de repente se vio rodeado de una luz del cielo;" y cayendo a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El contestó: ¿Quién eres, Señor? Y Él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que has de hacer. Los hombres que le acompañaban estaban de pie atónitos oyendo la voz, pero sin ver a nadie” Saulo se levantó del suelo, y con los ojos abiertos nada veía. Lleváronle de la mano y le introdujeron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver y sin comer ni beber.
Ver contexto