Jueces 5, 24-27
“
Bendita entre las mujeres Jael, mujer de Jeber el quineo; bendita entre las mujeres de su tienda." Le pidió agua, y ella le dio leche; en el vaso de honor le sirvió leche;" cogió el clavo con la izquierda, con la derecha el pesado martillo, rompiéndole la cabeza. Rompióle la cabeza, le atravesó la sien. El se retorció, cayó, yació, a sus pies se retorció, cayó donde se retorció, allí mismo quedó exánime. ”