Jueces 9, 7-20

Súpolo Jotán y fue a ponerse en la cresta del monte Gari-zim; y, alzando su voz, les dijo a gritos desde allí: “Oídme, habitantes de Siquem, así os oiga Dios a vosotros.” Pusiéronse en camino los árboles para ungir un rey que reinase sobre ellos, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Contestóles el olivo: ¿Voy yo a renunciar a mi aceite, que es mi gloria ante Dios y ante los hombres, para ir a hamacarme sobre los árboles? Dijeron, pues, los árboles a la higuera: Ven tú y reina sobre nosotros. Y les respondió la higuera: ¿Voy a renunciar yo a mis dulces v ricos frutos para ir a mecerme sobre los árboles? Dijeron, pues, los árboles a la vid: Ven tú y reina sobre nosotros. Y les contestó la vid: ¿Voy yo a renunciar a mi mosto, alegría de Dios y de los hombres, para ir a mecerme sobre los árboles? Y dijeron todos los árboles a la zarza espinosa: Ven tú y reina sobre nosotros. Y dijo la zarza espinosa a los árboles: Si en verdad queréis ungirme por rey vuestro, venid y poneos a mi sombra, y si no, que salga fuego de la zarza espinosa y devore a los cedros del Líbano. Ahora bien: si al elegir rey a Abimelec habéis obrado bien y justamente; si os habéis portado con Jerobaal y su casa como ella merecía" pues mi padre combatió por vosotros, y, exponiendo su vida, os libró del poder de Madián, levantándoos hoy contra la casa de mi padre y matando a sus hijos, setenta sobre una misma piedra, y haciendo rey de las gentes de Siquem a Abimelec, hijo de una esclava suya, porque es hermano vuestro;" si habéis obrado leal y justamente hoy con Jerobaal y su casa, que haga Abimelec vuestra felicidad y que hagáis vosotros la suya. Pero, si no, que salga de Abimelec un fuego que devore a los habitantes de Siquem y de Bet Milo, y salga de Siquem y de Bet Milo un fuego que devore a Abimelec.
Ver contexto